Dominar dibujo, color, luz y sombra, y perspectiva; comprender el comportamiento de los materiales con los que trabajamos, principalmente acrílico y óleo.
Practicar diferentes estilos como el realismo, el impresionismo y la abstracción.
Aprender a dar forma y color a nuestras emociones e ideas, así como establecer nuestro propio plan de trabajo.
Encontrar y desarrollar nuestro modo de expresión.
Disfrutar del proceso. Las mejores cosas siempre provienen de vivir plenamente en el momento, libres de dogmas y bloqueos mentales.